Nuevamente
se realizó una manifestación en defensa del cerro Famatina en la plaza 25 de
Mayo de la capital riojana y nuevamente se volvieron a escuchar en primera
persona las voces de una resistencia que se mantiene invisibilizada por los grandes medios de comunicación,
especialmente los locales.
La
marcha contó con menos público del esperado y considerablemente menor que
pesadas convocatorias pero, hay que decirlo, la difusión de estos eventos es
siempre un remar en dulce de leche, sobre todo cuando los grandes medios nunca
se hacen eco y la agrupaciones y asambleas tienen que contar con el “boca en
boca” y las redes sociales que pueden o no gestionar una marcha multitudinaria.
Más allá del número de convocados que asistieron, la presencia fue de un grupo firme
y sólido que continua vociferando a todo pulmón las consignas de esta lucha que
no ha parado ni un segundo.
La
marcha y los discursos comenzaron exactamente un minuto pasadas las 20 horas,
al mismo tiempo que desde la iglesia Catedral repicaban fuerte las campanadas.
Ocurre que el evento coincidió con una misa por los 100 años de la construcción
del templo mayor del catolicismo riojano, un hecho que puede al mismo tiempo
haberles costado la presencia de algunos pero que al mismo tiempo los colocó frente
a las cámaras de varios medios y de los invitados que asistieron al servicio
religioso.
Tras la
tradicional vuelta a la plaza principal, los manifestantes se tomaron su tiempo
frente a la entrada de la
Catedral para cantar las consignas, recordándole a un clero
que se mantiene siempre ambiguo, donde está la lucha de un pueblo. Prosiguiendo
con el acto, se reagruparon en la esquina frente a la Casa de la Gobernación y
comenzaron las lecturas de discursos, poemas, y agradecimientos a todas las
asambleas presentes: las capitalinas, de Chilecito, de Sanagasta, de Andalgala
y Tinogasta y porsupuesto a la gente del Corte en Alto Carrizal.
El acto
culminó con show musical, un mini recital de Gloria de la Vega seguido por la
presentación de La Pacota
de “Monchi” Navarro. Una pequeña y hermosa saboreada de música popular, a cargo
de un grupo de músicos que siempre dicen presente y que se han mantenido en la
lucha por la vida desde siempre.
La
manifestación se desconcentró en paz y volvió a dejar en claro que se puede
mentir desde el poder pero que la presencia, especialmente de jóvenes y
adolescentes, marca que nuestro futuro está cambiando, aunque sea lentamente,
la mentalidad que nos ha llevado a la miseria y la sumisión. Por encima de
todas las mentiras.